24 de junio de 2022
Queridos amigos en Cristo,
Hoy es un día monumental pues la Corte Suprema de los EE. UU. ha anulado Roe vs. Wade y, al hacerlo, afirmó que la constitución no confiere el derecho al aborto. Como católicos, creyentes, y personas de buena voluntad, la noticia de hoy también es un llamado para que redoblemos nuestros esfuerzos para crear oportunidades que brinden a las mujeres alternativas al aborto. Es importante que rodeemos a las mujeres con embarazos difíciles con amor y compasión, así como con los servicios que necesitan como madres.
Mucha gente ha trabajado y rezado durante años para que llegara este día. Damos gracias porque esas oraciones han sido contestadas y ese trabajo ha dado sus frutos. Al mismo tiempo, debemos considerar en oración el desafío que se nos presenta. La decisión de la Corte devuelve este problema a los estados, y en Maryland, lamentablemente, el aborto sigue siendo la ley. Como católicos en la Arquidiócesis de Baltimore, ahora debemos trabajar aún más para ganarnos los corazones y las mentes de las personas a medida que satisfacemos las necesidades que surgen para las madres que se ven tentadas a ver el aborto como su única opción. Es nuestro trabajo convencer a cada persona de la santidad de cada vida y trabajar para asegurarnos de que puedan ver la luz y el amor de Cristo obrando en nosotros.
La Oficina de Vida, Justicia y Paz de la Arquidiócesis desarrolló un recurso integral (en inglés) para nuestro panorama posterior a Roe v. Wade. No dude en compartirlo con sus comunidades y consultarlo con frecuencia: Recursos para después de Roe v. Wade – Arquidiócesis de Baltimore (archbalt.org). También me uní al Arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), en un mensaje sobre esta decisión. Cuando tenga un momento, lea (en inglés) el mensaje de la USCCB sobre la decisión de la Corte Suprema de EE. UU.
También reconocemos que este será un momento turbulento en nuestra nación. Como tal, debemos continuar orando por la paz y el civismo en todo nuestro país. Trabajando juntos con todas las personas de buena voluntad, veamos en este momento un punto de inflexión en nuestro trabajo de construcción de una cultura de la vida y una civilización del amor.
Con los más amables saludos personales, permanezco,
Fielmente en Cristo,
Reverendísimo William E. Lori
Arzobispo de Baltimore