Queridos amigos en Cristo,
Hoy, tengo la bendición de compartir con ustedes la importante noticia de que estamos dando nuestros primeros pasos para re imaginar la vida católica en la ciudad de Baltimore y algunos suburbios cercanos. Los invito a unirse a mí en este esfuerzo compartido, una iniciativa que llamamos Busquemos la Ciudad Por Venir (Heb 13:14). Con ella, aspiramos a que la Iglesia esté más viva y atienda mejor las diversas necesidades de nuestra comunidad de fe y más allá; en Baltimore y alrededores.
Busquemos la Ciudad Por Venir busca fortalecer a la Iglesia en nuestra misión de proclamar el Evangelio y celebrar los Sacramentos. Hacemos un llamado al pueblo de Dios para que renueve creativamente los cimientos y la huella de la Iglesia en Baltimore, con el fin de traer nueva vida, nuevo entusiasmo, nueva actividad pastoral y, sí, un nuevo uso para algunas de nuestras estructuras.
Guiados por nuestro Vicario Urbano, el obispo Bruce Lewandowski, nos embarcamos en oración en una campaña de escucha. En los próximos meses, exploraremos las maneras en que estamos satisfaciendo las necesidades pastorales de las congregaciones y comunidades en la ciudad de Baltimore y algunas parroquias a lo largo de la línea del condado de Baltimore. Entramos en esta fase del proceso sin un resultado predeterminado. Las fases futuras de este discernimiento eventualmente nos llevarán a tomar decisiones en los próximos años. Nuestro objetivo singular es simple: posicionar a la Iglesia para satisfacer mejor las necesidades del pueblo de Dios para el siglo venidero.
Nuestra intención es canalizar energía y recursos para fomentar parroquias que sean centros de evangelización vibrantes y acogedores, donde abunde la misericordia, la confianza y el amor a Jesús. Abordamos nuestra tarea en oración, con gran esperanza y compasión.
Muchos consideran que la Arquidiócesis de Baltimore es el hogar del catolicismo en los Estados Unidos. La nuestra fue la primera diócesis en esta naciente nación y en un momento abarcó todo el territorio. El trabajo que tenemos por delante como discípulos misioneros es tan vital hoy como lo fue cuando la Diócesis de Baltimore fue creada como la Primera Sede en 1789.
Si bien mucho ha cambiado desde entonces, seguimos siendo discípulos de Jesús, llamados a compartir la Buena Nueva dirigida a todos nosotros a través del Espíritu Santo. Nosotros también nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de satisfacer las crecientes y siempre presentes necesidades sociales y espirituales de quienes nos rodean. Si bien este llamado puede parecer abrumador, y fácilmente podemos sentirnos desalentados por la necesidad, Busquemos la Ciudad Por Venir busca redoblar y reenfocar nuestro compromiso con la ciudad.
Algunos podrían descartar este esfuerzo como el retiro de la iglesia de un mundo cada vez más secular. Sin embargo, los invito a creer conmigo en el poder de explorar juntos la mejor manera en que podamos hacer brillar el amor sanador de Dios y su mensaje salvador en nuestra ciudad. No podemos
estar tan inmersos en nuestra historia que no reconozcamos las necesidades del presente o del futuro, o la realidad del desafío (que ya tiene varias décadas frente a nosotros) de hacer más con menos. Valoramos nuestro lugar en la historia y somos administradores conscientes de nuestras tradiciones. A la vez, sabemos que la misión a la que somos llamados no nace del ladrillo y el cemento. La presencia física de la Iglesia en Baltimore no se verá igual dentro de 10 años; de hecho, ¿por qué debería hacerlo?
Queridos amigos, su participación en este esfuerzo es fundamental y vital para su éxito. Traigan sus voces a la discusión. Únanse a nuestros diálogos francos en oración y participen en las muchas oportunidades que habrá para aportar comentarios reflexivos sobre sus esperanzas y sueños para esa nueva ciudad que surgirá de nuestra oración, visión y discernimiento colectivos.
Visite www.seekthecity.org para obtener más información sobre por qué Busquemos la Ciudad Por Venir es tan vital para nuestro servicio en Baltimore. Infórmese sobre las muchas formas en que podrá participar.
Sepa de mis oraciones por usted y le pido que se una a mí para orar diariamente por el éxito de esta importante iniciativa. Esté abierto a la voluntad de Dios para nosotros y abrace la colaboración requerida por este proceso.
Con confianza en la guía del Espíritu Santo, iniciemos este viaje, juntos.
Con los más cordiales saludos, soy,
Fielmente en Cristo,
Reverendísimo William E. Lori
Arzobispo de Baltimore