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14 de abril de 2024
(BALTIMORE, MD) – La iniciativa Busquemos la Ciudad Venidera ha entrado en su fase de comentario público con la difusión de una propuesta sobre la presencia de la Iglesia Católica en la ciudad de Baltimore que incluye inversiones y ministerios, la realineación de las comunidades parroquiales diseñada para ofrecer a todos un fuerte sentido de pertenencia, y la fusión de campus parroquiales.
La propuesta, que se presentará en dos sesiones de comentarios públicos a finales de abril, se anunciará en las misas del fin de semana con los feligreses de 61 parroquias de la ciudad de Baltimore y algunos de los suburbios más próximos. La propuesta se desarrolló durante un período de casi dos años de conversaciones, estudio, oración, análisis y reflexión, que reunió e incorporó aportes de miles de personas.
Busquemos la Ciudad Venidera es un proceso por fases que comenzó en 2022 con sesiones de escucha abierta, visitas a las parroquias, oración, investigación y desarrollo práctico por parte de párrocos, líderes parroquiales, feligreses y miembros de la comunidad. La propuesta se deriva del trabajo que se ha realizado durante los últimos 2 años y se presentará al Arzobispo William Lori como un posible nuevo panorama para la Iglesia en la ciudad de Baltimore.
El Arzobispo Lori dijo que se apoyará en los comentarios y la dirección que se reciban en las sesiones de comentarios públicos, así como en sus consultas con los líderes de la Arquidiócesis, que incluyen el Consejo Pastoral, el Presbiterio y varios grupos que incluyen la Junta de Administradores Financieros, para guiar las decisiones finales. La propuesta reduce el número de lugares de culto a 26 e incluye la posibilidad de crear espacios de usos múltiples y nuevos ministerios. Se espera que la decisión final sobre esta propuesta tenga lugar en junio.
“Hace muchos meses emprendimos este camino con un llamado a los fieles: ayudemos a la Iglesia en Baltimore a servir a nuestros vecinos y a responder a las necesidades de la ciudad durante los siglos venideros, como lo hemos hecho desde 1789”, dijo Lori. “Juntos, debemos diseñar un plan que enfrente décadas de desinversión y pérdida de población en la ciudad, y que dé vida a la visión eucarística a través de la misión y el ministerio.
“Todos están invitados a revisar la propuesta, presentar posibles consecuencias no deseadas, y guiar esta decisión trascendental para nuestro futuro”.
Las sesiones de comentarios públicos se llevarán a cabo el 25 de abril en la escuela secundaria Archbishop Curley y el 30 de abril en la escuela secundaria Mount Saint Joseph. Ambas sesiones serán de 6:30 a 8:30 pm.
Las escuelas que estén conectadas con iglesias parroquiales no se verán afectadas por esta propuesta ni en este momento ni cuando se tomen decisiones finales. Las escuelas permanecerán abiertas y funcionarán con normalidad.
Los cambios propuestos a la presencia de la Iglesia en la ciudad incluyen tanto promesas como dolor para algunos. Edificios que han servido a las familias a lo largo de generaciones como lugares para la vida de fe cambiarán, se fusionarán y posiblemente se cerrarán a medida que la arquidiócesis enfrente los cambios que se han dado en el paisaje de Baltimore. La propuesta aborda realidades como la disminución de la población de la ciudad, retrasos en el mantenimiento de los campus, la cantidad de clero disponible y las parroquias donde los funerales superan a los bautismos.
Los aspectos más destacados de la propuesta incluyen los siguientes:
Sostener la evangelización y proyección a los vecindarios históricamente negros de Baltimore; St. Ambrose continuaría en Park Heights y St. Bernardine seguiría siendo un pilar en Edmondson Village, junto con un posible lugar de culto o ministerio en el centro comercial Edmondson Village. La parroquia de New All Saints continuaría en el vecindario de Liberty Heights.
- Una fusión propuesta entre la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Highlandtown y el Holy Rosary en Upper Fells Point integraría las costumbres y la cultura entre las comunidades predominantemente hispana y polaca. Holy Rosary permanecería abierto como lugar de ministerio.
- El campus de Santo Tomás de Aquino en Hampden es el nuevo hogar de dos comunidades misioneras—Source of All Hope y las Hermanas Pobres de Jesucristo, una orden internacional de monjas con sede en América del Sur. Si bien se propone fusionar la parroquia de Santo Tomás de Aquino con la Catedral de María Nuestra Reina en Homeland, los misioneros traerán nueva actividad al vibrante vecindario lleno de familias jóvenes).
- Después de que se tomen las decisiones y comience la fase de implementación, todas las iglesias estarán disponibles para los sacramentos que incluyen bautismos, bodas y funerales.
Visite ArchBalt.org para revisar la propuesta completa.