30 de mayo de 2024
Queridos amigos en Cristo,
Como parte de la reorganización del Capítulo 11 de la Arquidiócesis de Baltimore, en diciembre pasado un juez federal fijó el 31 de mayo como fecha límite para que las víctimas-sobrevivientes que fueron perjudicadas por un representante de la Iglesia Católica en Maryland presentaran un reclamo para participar en el proceso.
El flagelo del abuso sexual infantil en la Iglesia ha tenido un efecto duradero en muchas personas que fueron víctimas de este abuso inimaginable. Trágicamente, esto incluye a aquellos que eran niños inocentes cuyas vidas sufrieron graves daños. Su dolor y sufrimiento son muy reales y, una vez más, pido perdón por el trauma que han sufrido.
Aún no tenemos una contabilidad de todas las reclamaciones presentadas, ni conocemos su naturaleza completa. Si bien muchas de las reclamaciones están relacionadas con el abuso, el número total también incluirá una buena cantidad de reclamaciones comerciales y otras no relacionadas con el abuso. Aun así, la fecha límite de esta semana es un claro recordatorio de que detrás de cada denuncia de abuso se esconde una historia personal y dolorosa. Nuestros objetivos al acogernos al Capítulo 11 incluyen compensar a esas personas a fin de ayudar a brindarles un posible camino hacia su sanación.
Junto con el Comité de Sobrevivientes, la Arquidiócesis presentó recientemente una moción conjunta ante el tribunal para pedirle a un juez que nombre dos mediadores altamente calificados para guiar este proceso. La Arquidiócesis sigue comprometida a trabajar con el Comité de Sobrevivientes y otros para lograr una resolución acordada de estos procedimientos de reorganización.
Si bien este plazo judicial se relaciona con la presentación de reclamos legales, él no pone fin a la obligación moral de la Arquidiócesis de responder con compasión a los perjudicados. No podemos deshacer el daño que se les hizo a muchos ni podemos disminuir la atrocidad de lo que ha sucedido. Sin embargo, podemos seguir trabajando juntos para hacer de la Iglesia el espacio más seguro posible.
Por favor oren por las víctimas-sobrevivientes y por la Iglesia – y sepan de mis oraciones por ustedes.
Con un cordial saludo personal, soy
Fielmente en Cristo,
Reverendísimo William E. Lori
Arzobispo de Baltimore