12 de julio del 2021
Queridos amigos en Cristo,
En los próximos días, el Congreso apoyará o rechazará la Enmienda Hyde, que durante mucho tiempo sirvió la causa provida. Durante más de cuatro décadas, con apoyo bipartidista, esta Enmienda ha impedido que el dinero de nuestros impuestos financie abortos electivos. Esta enmienda ha salvado innumerables vidas de niños por nacer y es imperativo que sigamos apoyándola.
En este momento crítico, unámonos en oración por la protección de los no nacidos. Pero también nosotros, ciudadanos y creyentes, alcemos la voz para proteger al más indefenso de los seres humanos, el niño no nacido. Unámonos para promover la santidad de la vida.
Como dijo recientemente el Cardenal Joseph Tobin de Newark, “el aborto financiado por los contribuyentes representa un fracaso en el reconocimiento de la santidad de la vida humana y promueve una cultura en la que la vida humana, en su momento más vulnerable, se percibe como desechable. Esta propuesta se dirige a mujeres pobres, como si necesitasen una solución expeditiva a un problema complejo”.
A medida que durante las próximas semanas avancen las negociaciones sobre el presupuesto federal, les insto a que sumen sus voces a las de los cientos de miles de personas en toda nuestra nación que creen que la Enmienda Hyde, que salva vidas, debe permanecer en vigor.
Consulte esta alerta de la USCCB (en inglés) que lo orientará para comunicarse con sus representantes federales y enviarles un mensaje. Vea también cómo puede actuar firmando una petición (en inglés) en apoyo de la Enmienda Hyde.
Con renovada gratitud y la seguridad de mis oraciones, seguimos
El Reverendísimo William E. Lori
Arzobispo de Baltimore