La Arquidiócesis de Baltimore, a través del proceso sinodal, busca responder a la pregunta fundamental del Sínodo:
“Una Iglesia sinodal, al anunciar el Evangelio, ‘camina junta’. ¿Cómo está sucediendo hoy en tu Iglesia local este ‘caminar juntos’? ¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer en nuestro ‘caminar juntos’”? Al responder a esta pregunta, se nos invita a:
- Recordar nuestras experiencias: ¿Qué experiencias en nuestra Iglesia local nos recuerda esta pregunta?
- Reflexionar sobre estas experiencias: ¿Qué alegrías nos trajeron? ¿Qué dificultades y obstáculos nos presentan? ¿Qué heridas revelaron? ¿Qué conocimientos hemos obtenido?
- Recoger los frutos para compartirlos: ¿En qué parte de estas experiencias resuena la voz del Espíritu Santo? ¿Qué nos pide? ¿Cuáles son los puntos por confirmar, las perspectivas de cambio, los pasos a seguir? ¿Dónde descubrimos un consenso? ¿Qué caminos se abren para nuestra Iglesia local?
Para ayudar a las personas a explorar más a fondo esta cuestión fundamental, los siguientes temas destacan aspectos significativos de la “sinodalidad vivida” (Documento Preparatorio, 30). Al responder a estas preguntas, es útil recordar que “caminar juntos” ocurre de dos maneras profundamente interconectadas. Primero, caminamos juntos como Pueblo de Dios. Luego, el Pueblo de Dios camina junto con toda la familia humana. Estas dos perspectivas se enriquecen mutuamente y son útiles para nuestro discernimiento común hacia una comunión más profunda y una misión más fructífera.
- COMPAÑEROS EN EL CAMINO En nuestra Iglesia local, ¿quiénes son los que “caminan juntos”? ¿Quiénes son los que parecen más separados o al margen? ¿Cómo estamos llamados a crecer como compañeros?
- ESCUCHAR ¿Cómo nos habla Dios a través de voces que a veces ignoramos? ¿Cómo se escucha a los laicos, especialmente a las mujeres y los jóvenes? ¿Qué facilita o impide nuestra escucha? ¿Cuáles son algunas limitaciones en nuestra capacidad para escuchar, especialmente para aquellos que tienen puntos de vista diferentes? ¿Qué espacio hay para la voz de las minorías, especialmente los pobres y los marginados?
- HABLAR Se invita a todos a hablar con coraje, en libertad, verdad y caridad. ¿Qué permite u obstaculiza hablar con valentía, franqueza y responsabilidad en nuestra Iglesia local y en la sociedad? ¿Cuándo y cómo logramos decir lo que es importante para nosotros? ¿Cómo funciona la relación con los medios locales (católicos o no)? ¿Quién habla en nombre de la comunidad cristiana y cómo se elige?
- CELEBRACIÓN “Caminar juntos” solo es posible si se basa en la escucha comunitaria de la Palabra y la celebración de la Eucaristía. ¿Cómo la oración y las celebraciones litúrgicas inspiran y guían realmente nuestra vida y misión común en nuestra comunidad? ¿Cómo inspiran las decisiones más importantes? ¿Cómo promovemos la participación activa de todos los fieles en la liturgia?
- RESPONSABILIDAD COMPARTIDA DE NUESTRA MISIÓN COMÚN ¿Cómo se llama a los bautizados a participar en la misión de la Iglesia? ¿Qué les impide participar activamente? ¿Qué áreas de misión estamos descuidando? ¿Cómo apoya la comunidad a sus miembros que sirven a la sociedad de diversas formas (participación social y política, investigación científica, educación, promoción de la justicia, cuidado del medio ambiente, etc.)? ¿Cómo ayuda la Iglesia a estos miembros a vivir su servicio a la sociedad de una manera misionera?
- EL DIÁLOGO EN LA IGLESIA Y LA SOCIEDAD El diálogo requiere perseverancia y paciencia, pero también permite el entendimiento mutuo. ¿Hasta qué punto las gentes diversas de nuestra comunidad se unen para dialogar? ¿Cuáles son los espacios y medios de diálogo dentro de nuestra Iglesia local? ¿Cómo se abordan las divergencias y los conflictos? ¿A qué cuestiones particulares de la Iglesia y la sociedad debemos prestar más atención? ¿Qué experiencias de diálogo y colaboración tenemos con creyentes de otras religiones y con quienes no tienen afiliación religiosa? ¿Cómo dialoga la Iglesia y aprende de otros sectores de la sociedad (la política, la economía, la cultura, la sociedad civil y las personas que viven en la pobreza)?
- ECUMENISMO El diálogo entre cristianos de diferentes confesiones, unidos por un solo bautismo, tiene un lugar especial en el camino sinodal. ¿Qué relaciones tiene nuestra comunidad de la Iglesia con miembros de otras tradiciones y denominaciones cristianas? ¿Qué frutos hemos sacado de caminar juntos? ¿Cuáles son las dificultades? ¿Qué pasos nos permiten caminar juntos hacia adelante?
- AUTORIDAD Y PARTICIPACIÓN Una iglesia sinodal es una iglesia participativa y corresponsable. ¿Cómo identifica nuestra comunidad eclesial las metas que se deben perseguir, la forma de alcanzarlas y los pasos a seguir? ¿Cómo se gobierna nuestra Iglesia local? ¿Cómo se trabaja en equipo? ¿Cómo evalúa el trabajo? ¿Cómo se promueven los ministerios y la responsabilidad de los laicos? ¿Cómo funcionan los órganos sinodales a nivel local (Consejos pastorales en parroquias y diócesis, Consejo presbiteral, etc.)? ¿Cómo podemos fomentar un enfoque más sinodal en nuestra participación y liderazgo?
- DISCERNIR Y DECIDIR En un estilo sinodal tomamos decisiones mediante el discernimiento de lo que el Espíritu Santo está diciendo a través de toda nuestra comunidad. ¿Qué procesos utilizamos? ¿Cómo se pueden mejorar? ¿Cómo promovemos la participación dentro de las estructuras jerárquicas? ¿Nuestros métodos nos ayudan a escuchar a todo el Pueblo de Dios? ¿Cuál es la relación entre consulta y toma de decisiones, y cómo las ponemos en práctica? ¿Qué métodos utilizamos para promover la transparencia y la rendición de cuentas? ¿Cómo podemos crecer en el discernimiento espiritual comunitario?
- FORMARNOS EN LA SINODALIDAD La sinodalidad implica receptividad al cambio, formación y aprendizaje permanente. ¿Cómo forma nuestra comunidad eclesial a las personas para que sean más capaces de “caminar juntos”, entablar un diálogo y participar en la misión? Qué formación se ofrece para fomentar el discernimiento y el ejercicio de la autoridad de manera sinodal
Sea como iglesia parroquial, como feligrés individual o grupal, o como miembro de la comunidad local, la Arquidiócesis busca su ayuda para responder a esta pregunta fundamental.
Envíe sus comentarios, que se incluirán en la respuesta escrita de la Arquidiócesis que se enviará a la Santa Sede para su consideración en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos de 2023. Antes de responder, todos están invitados a orar por la guía del Espíritu Santo y a consultar las Cartas Pastorales del Arzobispo Lori para facilitar el discernimiento que estamos llamados a realizar a través de este Proceso sinodal.