La alcaldesa de Baltimore Catherine Pugh anunció el pasado 6 de junio que implementará el programa de identificación parroquial de la ciudad de Baltimore (Baltimore Parish ID Program) para inmigrantes de la comunidad. La tarjeta de identificación parroquial servirá como principal fuente de identificación para que inmigrantes indocumentados tengan acceso a servicios públicos y privados y, fundamentalmente, como símbolo de inclusión.
El anuncio fue hecho durante una asamblea organizada por BUILD (Baltimorenses Unidos en el Desarrollo del Liderazgo) una organización local sin fines de lucro compuesta por congregaciones, escuelas públicas y asociaciones comunitarias cuya misión es responder a los retos económicos y sociales de Baltimore. Pugh estuvo presente en el evento junto con representantes del Departamento de Policía de la Ciudad de Baltimore.
Más de 500 feligreses de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús en Highlandtown y su misión St. Patrick en Fells Point asistieron al evento en la Kingdom Life Church en el oeste de Baltimore. Fue el grupo más numeroso en el lugar. Feligreses de St. Matthew en Northwood también asistieron con delegaciones más pequeñas.
El padre redentorista Bruce Lewandowski, pastor de Sagrado Corazón de Jesús y miembro de la junta clerical de BUILD, dijo que los inmigrantes usan su pasaporte como documento de identificación, el cual es inmediatamente cuestionado, especialmente cuando se lo presenta a las fuerzas del orden.
Añadió que, en reiteradas ocasiones, sus feligreses lo buscan primero a él después de ser víctimas de un crimen y le piden que llame a las autoridades en su nombre.
“(Los feligreses) se sienten en la mira y en peligro,” dijo el Padre Lewandowski. “Me piden estar ahí cuando hablen con la policía porque tienen miedo que no se les va a tomar en serio o que van a terminar cooperando con ICE (Departamento de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos).”
La Red Católica de Inmigración Legal (CLINIC –por sus siglas en inglés) describe la habilidad de probar la identidad en los Estados Unidos como una “necesidad básica que se ha convertido en un obstáculo” para la comunidad inmigrante. También habla sobre las tarjetas de identificación alternativas como una forma efectiva para solucionar asuntos de seguridad y para prevenir crímenes en contra de inmigrantes.
Ever Castillo, un feligrés de 43 años de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, le pidió a Pugh desde el escenario que apoye al programa de identificación parroquial de Baltimore después de narrar una interacción frustrante con las fuerzas del orden ocurrida el 28 de Febrero en Baltimore, cuando él y su esposa trataron de proteger a una ciudadana de la tercera edad y evitar que la roben y golpeen.
“Cuando llegó la policía, una hora más tarde, se dirigieron directo a los atacantes. Me ignoraron e ignoraron lo que tenía que decir,” dijo Castillo. “Me sentí como basura. Traté de ayudar a una ciudadana americana pero fui yo el que fue tratado como un criminal.”
Por semanas, los atacantes le acosaron a él y a su familia. Castillo llamó a la policía después de cada perturbació pero le dijeron que debía haber un ataque físico antes que pudieran hacer algo por él. Finalmente, los mismos agresores presuntamente entraron en la casa de la familia Castillo el 13 de marzo, les gritaron insultos racistas, apuñalaron a Castillo y le cortaron el rostro a su hija adolescente.
“Esto no hubiese pasado si ellos hubiesen respondido a mis llamadas,” dijo Castillo. “Como inmigrantes, como seres humanos, merecemos algo mejor. Sin tarjetas de identificación, las familias inmigrantes son blanco fácil para el crimen.”
Pugh respondió brevemente desde el escenario para enfatizar que “la seguridad y la reducción de la violencia han sido prioridades desde el día en que me convertí en alcaldesa.” Adicionalmente, dijo que se comprometía completamente a implementar el programa de tarjetas de identificación parroquiales.
“Les ayudará a ciudadanos indocumentados a sentirse seguros y como parte de la comunidad,” dijo. “Queremos que sepan que Baltimore es una ciudad acogedora.”
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